lunes, 20 de mayo de 2013

Los tres toreros que más destacan en la actualidad

José Tomas:

José Tomás Román Martín, matador de toros español, gran figura, enorme, de la tauromaquia y conocido como José Tomás en los carteles, nació en la localidad madrileña de Galapagar el 20 de agosto de 1975. Su llegada a las grandes ferias a mediados de los años 1990 revolucionó el mundo de los toros. Sus actuaciones en Madrid, donde se proclamó triunfador de la Feria de San Isidro tres años consecutivos (1997, 1998 y 1999), marcaron un antes y un después en la historia del toreo.1 Retirado en el año 2002, su regreso en 2007 ha vuelto a despertar una gran expectación en cada una de sus apariciones. 


Novillero


Sobrino-nieto del ganadero Victorino Martín, su afición por la tauromaquia se la inculcó su abuelo Celestino Román, con quien asistía desde niño a las corridas de toros en el coso madrileño de Las Ventas.

Comenzó a torear muy joven en España: actuó por primera vez en público el 25 de julio de 1989 en Colmenarejo, mientras que la primera vez que se vistió de luces fue en una novillada en Valdemorillo (7 de febrero de 1991). No obstante, tuvo que marchar a México para buscar su oportunidad y poder torear con regularidad como novillero sin tener que pagar por hacerlo. En principio iba para participar en tres novilladas y, como triunfó, se quedó casi toda la temporada, toreando en 28 festejos en total, lo que le permitió formarse como torero e iniciar una carrera meteórica y exitosa que le llevó a torear ese año en 50 novilladas, incluyendo una salida a hombros por la puerta grande en Madrid (24 de septiembre de 1995).

Matador de toros



Alternativa y temporada 1996


En México recibió la alternativa el 10 de diciembre de 1995 en la Plaza México de manos de Jorge Gutiérrez y con Manuel Mejía como testigo. Dio una vuelta al ruedo en su primer toro y fue cogido por el segundo, aunque las heridas recibidas no fueron de gran importancia. Aún en tierras mexicanas, el 18 de enero de 1996 sufrió una grave cornada en la plaza de Autlán (Jalisco) que le provocó una gran hemorragia, por lo que tuvo que recibir varias transfusiones.

Confirmó su alternativa en Madrid el 14 de mayo de 1996, de manos de José Ortega Cano y en presencia de Jesulín de Ubrique. Fue ovacionado por la faena que le hizo al toro que le cedió Ortega Cano y le cortó la oreja al que cerró la tarde.

Terminó la temporada con un total de treinta y cinco corridas en su haber.

Temporada 1997


Durante el año 1997 José Tomás se consagró como una de las grandes figuras del toreo. En Las Ventas de Madrid le cortó las dos orejas a un toro de Alcurrucén y se convirtió en el triunfador de la Feria de San Isidro.
Se anunció su presencia en las principales plazas de España y Francia. Alcanzó las setenta y nueve corridas.

Temporada 1998


Tras el éxito del año anterior, centró su campaña en Madrid. Cortó una oreja en la corrida goyesca del 2 de mayo. Tras otras actuaciones poco reseñables, durante la corrida de la Prensa volvió a triunfar al cortarle las dos orejas a un toro de El Torreón.

Posteriormente tuvo éxitos en plazas como Granada, Pamplona, Algeciras y Almería. La temporada finalizó, tras haber hecho setenta y dos paseíllos, con un percance en Estella (Navarra).


Temporada 1999


En 1999 debutó en la Real Maestranza de Sevilla, cortando una oreja durante su ciclo en la Feria de Abril.
Las tres tardes que toreó en Madrid durante la Feria de San Isidro fueron uno de los momentos fundamentales en su carrera. En la primera de ellas, el 18 de mayo, salió por la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de sus toros. Su faena del 26 de mayo es recogida en El Cossío del siguiente modo:

Se escribe una página gloriosa en la historia del toreo y en la de la plaza de Madrid. Es una tarde antológica. Todo queda grabado en la mente de los allí presentes y no se cortan cuatro orejas por el fallo con la espada. Nadie puede entender cómo un hombre es capaz de semejante belleza
Cossío. Los Toros3

En su tercera comparecencia en Las Ventas fue corneado sin grandes consecuencias y no logró triunfar. Volvió a torear en Madrid el 17 de junio en la Corrida de la Beneficencia cortando tres orejas.
A lo largo de la temporada lidió en tres ocasiones en la Plaza de toros Monumental de Barcelona en las que cortó un total de diez orejas.
La temporada estuvo plagada de otros triunfos, como los que obtuvo en San Sebastián, El Puerto de Santa María (Cádiz), Alicante, León, Santander, Algeciras, Gijón, Huelva, Almería, Dax (Francia), Bayona (Francia), Ronda (Málaga), Salamanca... Sumó sesenta y cinco festejos.


Temporada 2000


En el año 2000 José Tomás decidió no torear en aquellas plazas en las que se televisaban los festejos, con lo que no actuó ni en Madrid ni en Sevilla.
Aparte de la cornada recibida a principios de la temporada en Zaragoza y la sufrida a finales en Linares (Jaén), se sucedieron triunfos como los obtenidos en la Monumental de Barcelona y polémicas como el toro que se dejó vivo en la feria de Salamanca.
El fenómeno conocido como tomismo o tomatosis continuó creciendo y los aficionados siguieron llenando las plazas en las tardes en las que toreaba, que en esta temporada fueron un total de cincuenta y cinco. Diversos expertos ya hablaban de él como un torero de época.


Temporada 2001


En 2001 regresó a Sevilla y a Madrid, toreando tres tardes en la primera, una de ellas con la presencia de cámaras, y dos en la segunda, una de ellas también televisada. Sin embargo, no apareció en los carteles de las otras ferias que se televisaban: Fallas, Pamplona y Bilbao.
Tras cortar tres orejas, salió por la puerta del Príncipe de Sevilla en dos ocasiones: el domingo de Resurrección y el 28 de abril. En su tercera aparición en la Maestranza resultó herido.
Muy diferente fue su paso por Las Ventas. En su primera tarde no triunfó, y en la segunda, el 1 de junio, se dejó un toro vivo, recibiendo una sonora bronca.
Tras esa tarde, logró triunfar en otras ferias como la de León. El 25 de julio en Santander se lesionó gravemente el brazo derecho, lo que le mantuvo alejado de los ruedos hasta el 29 de agosto, día en que reapareció en Linares. Antes de finalizar la temporada por tierras españolas con treinta y seis corridas, consiguió triunfar en Ronda (Málaga), Valladolid y Barcelona.
Al igual que en otras campañas, toreó en importantes plazas americanas. 




Temporada 2002 y retirada


Toreó en el inicio de la temporada en las ferias de Fallas, Castellón de la Plana y Sevilla, sin lograr salir por la puerta grande ni ningún éxito relevante.

Su paso por la Feria de San Isidro le reconcilió con la afición madrileña; salió por la puerta grande en la primera de sus apariciones y tuvo una buena actuación en la segunda. Otros triunfos los lograría en las plazas de El Puerto de Santa María, Linares, Almería, Palencia, Salamanca y Valladolid.

Para entonces, la mayoría de aficionados y una parte importante de la crítica lo consideraban como una figura de leyenda, llegando a compararlo con diestros como Manolete y Juan Belmonte.

Sin embargo, la temporada del año 2002 fue irregular para José Tomás. Con media entrada de público, escuchó pitos en su segunda actuación en la Monumental de Barcelona, una de las plazas donde más triunfos había logrado. Notó la presión del público en más ocasiones.

Se anunció su inesperada retirada dos días después de torear en el coso murciano de La Condomina el 16 de septiembre.




Reaparición


Tras numerosas especulaciones y peticiones de regreso, el 1 de marzo de 2007, cinco años después, anunció su reaparición en la Plaza de toros Monumental de Barcelona,5 hecho que levantó una inusitada expectación.6
En su regreso el día 17 de junio de 2007, con el coso barcelonés lleno por primera vez desde 1985, el diestro madrileño sembró una faena memorable, en opinión de los críticos y aficionados, cortando tres orejas y saliendo a hombros por la puerta grande. Al respecto, la crónica de El Mundo señaló que «José Tomás estuvo a la altura, a su altura. Trae a los ruedos la emoción intrínseca a su toreo» y la crónica de El País describía así uno de los rasgos fundamentales de su toreo:

Se estuvo quieto, pero sobre todo estuvo silencioso. Y ésa es clave fundamental en su toreo: un silencio poético y misterioso, un tanto hermético, más fácil de percibir que de entender, el silencio granítico y frío de Galapagar trasladado al silencio insondable del mar Mediterráneo. Un silencio que estremece, porque no rehúye el silencio que merodea la muerte. Pero lo torea.
El País, 18-06-2007.7

Por esta reaparición recibió el Premio Paquiro, que se otorga para distinguir el acontecimiento taurino del año.8 A lo largo de la temporada, toreó quince tardes más en Europa, cuatro de ellas en plazas de primera categoría y las restantes en plazas de segunda. Hubo lleno en casi todas sus apariciones y cortó 32 orejas en total.

El 4 de noviembre logró salir a hombros por primera vez como matador en la Plaza México.
El 5 de junio de 2008, tras seis años sin torear en la Monumental de las Ventas, tuvo lugar en Madrid una tarde que quedará para la historia, en la que José Tomás, después de treinta y seis años sin que un torero cortase cuatro orejas en esa plaza ante dos astados, consiguió tales trofeos con toros de Victoriano del Río.11 Los medios informativos fueron unánimes al destacar la importancia de su faena.12 Un ejemplo está en la crónica de ABC, que contaba así su regreso:

José Tomás es el toreo. José Tomás es el toreo puro y absoluto. José Tomás convirtió su reencuentro con Madrid en una antología, en una página de oro de la Historia. Vomitar ahora toda una marea de sentimientos y pasiones con la exactitud del escribano se torna en un ejercicio vano. Nada puede igualar la experiencia de 24.000 almas unidas en un solo grito de aclamación: «¡Torero, torero, torero!». La Monumental rugió como un volcán; la Monumental se desbordó por la Puerta Grande como la lava ardiendo. Las Ventas se rindió al toreo grande, a la tarde más redonda y pletórica de los últimos veinticinco años.
ABC, 05-06-2008.13

Diez días después hizo de nuevo el paseíllo en Madrid, cortando tres orejas pero sin poder salir por la puerta grande por tener que ser atendido en la enfermería de las tres cornadas que recibió.
Fuente: www.josetomas.com.es



El Juli:




Madrid, 3 de Octubre de 1982
Julián López Escobar nace en Madrid, en la Clínica San José de la calle Cartagena, el 3 de Octubre de 1982.

Pasa su infancia en el madrileño barrio de San Blas, donde vive, y en el Barrio de La Concepción, donde realiza sus estudios y también donde se situaba el negocio de sus padres. A los diez años se traslada junto a su familia a la localidad de Velilla de San Antonio, y posteriormente, a raiz de sus primeros triunfos en el toreo, adquiere una pequeña finca en Arganda del Rey. Actualmente reparte la estancia entre su casa de Madrid con su descanso en la finca extremeña “El Freixo”, donde disfruta del campo, los caballos y su nueva ganadería.

Julián es el menor de sus dos hermanos, Manuela e Ignacio. Tiene antecedentes taurinos, pues su padre, de mismo nombre y apodo, fue novillero y posteriormente banderillero. La familia de su madre, Manuela Escobar, también ha estado cerca del toreo, como modestos empresarios, sobre todo de plazas de la provincia de Toledo.

En la fiesta campera que sirve para celebrar su Primera Comunión, el niño Julián da su primer capotazo a una becerra. La experencia es tan intensa que pide a sus padres que le ingresen en la Escuela de Tauromaquia de Madrid. 

Poco tiempo después, cuando apenas cuenta con diez años, estoquea su primer becerro en Villamuelas, el pueblo natal de su madre.

Tras varios años como becerrista, en los que impacta por una innata precocidad, decide debutar con picadores. Por motivos de su corta edad no lo puede hacer en España, por lo que decide viajar a México, donde se convertirá en un auténtio ídolo. 

El debut con los del castoreño data el 16 de marzo de 1997 en Texcoco, cortando dos orejas. A partir de ahí llegará una temporada maravillosa y desbordante de triunfos, denominador común en la carrera que posteriormente iría completando el joven diestro.


México y Feligrés
En México, como novillero, actúa en 77 novilladas, cortando 133 orejas y 11 rabos.

Llena todas las plazas que pisa, torea tres novilladas en un solo día e indulta cinco novillos, siendo inolvidable e histórico -es el primer torero español en indultar un novillo- el logrado a ”Feligrés”, de La Venta del Refugio, el 3 de Agosto del 97 en la Monumental de México. Precisamente en este coso, el más grande del mundo, es donde conseguirá sus mayores triunfos. Allí actúa en siete novilladas saliendo cuatro veces en hombros. Una placa recuerda las faenas a novillos como ”Camborio”, "Flor Canela","Tostoncito" y el citado "Felígrés".

Después de una fugaz aparición en España (donde vino a debutar en Villamuelas el 27 de abril de aquel año), regresó definitivamente de México en 1998 para presentarse en todas las plazas europeas.

Con apenas 15 años tiene todo el toreo metido en la cabeza. Es completo en todos los sentidos. Aprende y ejecuta más de treinta quites y suertes diferentes, y une el mejor toreo con el valor más sereno. Además, banderillea con clasicismo y torería


Histórico
Con estas armas, triunfa en todas las ferias, convirtiéndose en el novillero con más expectación de las últimas décadas.

El 24 de Mayo corta las dos orejas de un novillo de Juan Pedro Domecq en su segunda actuación en la Maestranza de Sevilla.

También saldría en hombros de plazas como Zaragoza, Córdoba, Castellón, Nimes, Dax, León, Toledo, Cáceres, Segovia, Badajoz, Santander, Mérida, Salamanca... Acaba la temporada como líder del escalafón, con 57 novilladas, cortando 141 orejas y 8 rabos.

El 13 de septiembre se presenta en Madrid, ante seis novillos, uno de ellos de Victorino Martín, y cuelga el cartel de “no hay billetes”. Abre la puerta grande tras cortar las dos orejas del novillo “Afanes”, de Alcurrucén, lidiado en quinto lugar.

Su despedida de novillero acontece en Albacete, cortando cuatro orejas.

El 18 de septiembre de 1998 se convierte una fecha sin parangón en el toreo.

Aquel día El Juli se convierte en el matador más joven de la historia, tomando la alternativa de manos de José María Manzanares y con Ortega Cano de testigo, ante toros de Daniel Ruiz. Corta dos orejas y el festejo, al ser televisado, levanta una trascendencia inusitada.

A partir de ese día, Julián llena cualquier plaza en la que actúa y, desde un principio, se convierte en figura cimera del toreo. Su primera corrida en España tiene lugar en Nava de la Asunción.

Confirma alternativa en la Plaza México el 6 de diciembre con Armillita como padrino y Mario del Olmo de testigo, realizando una histórica faena al toro "Platero" de Santiago. También confirma en Bogotá, con toros de Juan Pedro Domecq, actuando de padrino César Rincón y como testigo El Cordobés. En ambas confirmaciones abandona el coso a hombros. El 5 de febrero de 1999 corta cuatro orejas en la Plaza México.


Fenómeno
El 23 de abril de 1999 corta tres orejas en Sevilla a la vez que resulta herido por su segundo toro, de Jandilla. El 30 mayo corta cuatro orejas y un rabo en Aranjuez. Un máximo trofeo que también consigue esta temporada en plazas como Granada, Teruel, Huesca o Tarragona.

La temporada de 1999 en España la finaliza primero del escalafón con resultados espectaculares: 134 corridas, 284 orejas y 16 rabos. Todo ello a pesar de los percances que sufríó a lo largo del año.

En Aguascalientes concede su primera alternativa con apenas 17 años y en Tijuana indulta su primer toro, "Milenio" de Celia Barbabosa.


Consagración
La de 2000 la finaliza nuevamente liderando el escalafón, con 105 corridas, 200 orejas y 13 rabos.

El 30 de marzo de 2000 sale en hombros de la plaza de Castellón tras cortarle las dos orejas de un toro de Victorino Martín.

El 23 de mayo confirma alternativa en Las Ventas con Ponce y Rivera en el cartel, lidiando toros de Samuel Flores. Días después cortaría su primera oreja en la corrida de Beneficencia.

Después de indultar al toro “Verdeluna” de Torrealta en Marbella, logra un hito histórico en Zaragoza. El12 de octubre de 2000 corta las dos orejas y el rabo en Zaragoza del toro “Ropalimpia” de FuenteYmbro. 

Exactamente un año después, en la misma plaza, El Juli corta tres orejas.

En la temporada americana indulta en Cali al toro “Buboso” de El Paraíso, corta las dos orejas y el rabo en la plaza mexicana de Guadalajara y también el rabo en el festival del Teletón celebrado en la Plaza México.


Un año inolvidable
El 2001 se convierte en un año inolvidable, por la intensidad de los triunfos cosechados y por las tres graves cornadas que El Juli sufrió a lo largo de la temporada, imprevistos que impiden que nuevamente acabe liderando el escalafón, concluyendo el año con 88 corridas, 163 orejas y 5 rabos.

Sale en hombros de plazas como San Sebastián y Logroño; por dos veces en Pamplona; corta cuatro orejas y un rabo en Nimes; mismo resultado que Arles donde además indulta a “Invencible” de Zalduendo; corta tres orejas en la feria de Abril de Sevilla y resulta triunfador de la feria de San Isidro de Madrid, donde el 5 de junio es espectacularmente corneado por el toro “Anglo” de Guardiola.

En la feria de Julio de Valencia realiza una colosal faena a un toro de Daniel Ruiz.

Y en la Semana Grande de Bilbao, El Juli hará historia. El 22 de agosto, reapareciendo de una cornada sufrida en Málaga apenas una semana antes, corta dos orejas en Bilbao ante toros de Victorino Martín. Y al día siguiente, también en Bilbao, corta las dos orejas del toro “Melonero” de Torrealta, recibiendo una cornada en el labio superior. Este percance se suma a las seis que anteriormente sufrió El Juli. Empezando por su bautismo de sangre en Querétaro, seguiría Carbonero, y ya como matador de toros en Sevilla, Calahorra, Madrid y Málaga.

Concluye la temporada 2001 cortando tres orejas y un rabo en Jaén.


Rabo en la México
En la temporada americana sale tres veces en hombros de la Monumental de México en sus tres actuaciones. Y allí, en la plaza más grande del mundo, corta las dos orejas y el rabo del toro “Rey de Oro" de Reyes Huerta el 5 de febrero de 2002.


Los sueños al Desván
La temporada 2002 es redonda y completa para El Juli, sumando más hitos históricos a su carrera. En Pamplona sale en hombros por cuarta ocasión consecutiva. También sale en hombros en San Sebastián yLogroño, donde realiza una faena inolvidable a un toro de San Martín. Indulta en Linares al toro “Ordenado” de Sánchez Arjona. Y por tercer año consecutivo corta un rabo en Arles.

En Bilbao hace una gesta histórica, anunciándose tres tardes consecutivas, una de ella ante toros de Victorino Martín. Corta un total de cuatro orejas, y el 23 de agosto de 2002 sale en hombros de la plaza de Bilbao tras cortar tres orejas.

El 4 de octubre, en el Palacio Vislegre de Madrid, cuaja una inolvidable e histórica faena al toro "Desván" cortando las dos orejas y el rabo.

Lidera el escalafón con 112 corridas, 166 orejas y 6 rabos y logra la Oreja de Oro de Radio Nacional de España por cuarto año consecutivo (quinto año si sumamos la Oreja de Plata al mejor novillero de 1998), trofeo que declara al triunfador de la temporada taurina.


La Corrida de la Prensa
La campaña americana de 2003 consta de 15 corridas, cortando 21 orejas y llenando en cada una de las 15 corridas.

Triunfa apoteosicamente en Quito, donde se alza nuevamente con el trofeo Jesús del Gran Poder y en Bogotá saliendo en hombros por séptima ocasión consecutiva.

El 27 de mayo de 2003 lidia en Las Ventas seis toros en soltirario en la corrida de la prensa, donando sus honorarios a seis ONG diferentes. Completa una tarde para el recuerdo y cuaja una sensacional faena por naturales al quinto toro, de Fuente Ymbro.

En julio borda el toreo en Mont de Marsan, con toros de San Martín.

En esta temporada vuelve a encerrarse en solitario tres veces más: en Santander, Linares y Zaragoza. Sumando un total de nueve encerronas a lo largo de su carrera.

En la feria del Pilar de Zaragoza estoquea seis toros de impresionante presencia, y el triunfo de El Juli es igual de abrumador, cortando cuatro orejas.

La estadística del 2003 es la siguiente: 86 corridas, 113 orejas y un rabo.


Una obra de arte
En 2004 deja de banderillear para ahondar más en su toreo, y su decisión resulta muy acertada, pues logra una temporada torerísima. En Barcelona sale nuevamente en hombros, y ya suma 11 en esta plaza. Termina el año en Zaragoza y pone el broche de oro a su gran año abriendo la puerta grande.



En la campaña americana indulta dos toros. Uno en la plaza venezolana de Mérida, al toro “Peregrino” de Rancho Grande”. Y otro en la Monumental de México el 5 de febrero de 2005, en otra faena para su historia personal y también para la misma Plaza México que ya le ha visto salir en hombros hasta en 12 ocasiones. El Juli indulta a “Trojano” de Montecristo tras una auténtica obra de arte.

En la temporada española se suceden grandes faenas, confirmando el excelente momento de madurez por el que atraviesa el maestro madrileño. Sufre una cornada de próstico grave en Valladolid, pero apenas seis días después reaparece en Murcia. Por séptimo año consecutivo se mantiene en lo más alto de la torería, consolidando su liderazgo en la Fiesta.


El Juli con Novelero: cumbre...
Una supremacía que sostiene durante el 2006, en una temporada que comienza de manera arrolladora. El Juli esta en un momento cumbre de su carrera, donde a su inmensa capacidad y característica tauromaquia se une el sabor y la solera que dan los años. Tras su apoteósico paso por las ferias levantinas –en Valencia consigue su séptima puerta grande tras cortar tres orejas el 18 de marzo-, Julián se presenta, un año más, en la feria de San Isidro. Su encuentro con ”Novelero”, un sobrero de Ana María Bohórquez, será inolvidable por la magnitud de la faena. Roza la perfección y la faena vendrá a resumir su actual forma de comprender el toreo: maduro, asentado, profundo...

La temporada continuará en esa senda marcada por la faena en Las Ventas, y los triunfos se suceden, especialmente en el tramo final. Además, El Juli sigue marcándose retos personales, como las gestas de matar la corrida de Victorino Martín en Madrid, o la de Miura en Valencia.


...y El Juli con Cantapájaros: histórico
Un año más la temporada americana resulta brillantísima, especialmente en la plaza Santamaría de Bogotá y en la Monumental de México. En ambas consigue su novena puerta grande como matador de toros.

En el comienzo de la temporada Julián firma dos faenas inolvidables: En Arles, logrando su octava salida en hombros en esta plaza francesa ante un toro de El Pilar; y en Barcelona, con un astado de El Ventorrillo, en su puerta grande número doce.


El 23 de mayo de 2007 realiza en Las Ventas una de las mejores faenas de su trayectoria al toro Cantapájaros, de Victoriano del Río y sale en hombros por la puerta grande.


Histórico aniversario
Un año más, El Juli recibe premios que le declaran como triunfador de la temporada. Y la del 2008 se presentaba especialmente atractiva. No sólo por cumplir su décimo aniversario como matador de toros, sino porque Julián se encuentra en el momento más dulce de su carrera, totalmente consolidado como maestro del toreo. Se suceden faenas redondas, cuajadísimas, toreando como cada toro necesita, sintiendo el toreo apasionadamente, disfrutando plenamente del toreo. Francia sigue siendo talismán, donde siempre encontró cobijo incluso en los momentos más delicados y sus triunfos son incontables. En Bilbao borda el toreo a la verónica, en Barcelona su toreo al natural es de antología y abre por decimocuarta vez la puerta grande, arrebata en Gijón, en Huelva, en Ávila, en Salamanca... Impone su valor en Sevilla, es el triunfador de San Sebastián, deslumbra su magisterio en Zaragoza, en Jerez, en El Puerto... Torea y corta más orejas que nadie en las plazas de primera y concluye la temporada en el mejor momento del año. Celebrando diez años en la cumbre donde comenzó, en Nimes, matando seis toros de Daniel Ruiz, y cuajando una tarde que queda entre las diez o quince mejores de su carrera más allá de las siete orejas y un rabo. Sublime aniversario.


Sevilla y el liderazgo en Francia
La temporada 2009 de El Juli comenzó al máximo nivel. Tras un nuevo triunfo en Las Fallas, El Juli cuaja una feria de abril sensacional. Si el 23 de abril de 1999 cortaba tres orejas, diez años después está a punto de repetir la gesta. La espada le cierra la Puerta del Príncipe, pero tras otra tarde de gran figura, Julián convierte su paso por Sevilla en imprescindible para valorar su gran temporada. Un año rebosante de grandes faenas, de gran huella. Debuta en Las Azores y hace historia, con cinco vueltas al ruedo y paseo en hombros antes de concluir el festejo. En la torera Barcelona logra su decimoquinta y decimosexta puerta grande. Corta tres orejas en San Fermín. Se enfrenta con gallardía a seis toros en Bilbao, aunque por la espada el marcador no refleje el resultado justo. Y en Francia es el lider absoluto un año más. Y es que en Francia, donde se le respeta y admira con devoción, El Juli acude a torear con especial encanto. Sus faenas y triunfos del 2009 en Mont de Marsan, Nimes, Bayona o Dax quedan para el recuerdo, especialmente en estas dos últimas plazas: En Bayona se encierra en solitario con seis toros y aparte de una tarde de gran maestro deja en la mente de los presentes la faena al último toro de la tarde, de la ganadería de Victoriano del Río. Y la faena en mayúsculas surge el 12 de septiembre en Dax, cuando hace auténticas maravillas a otro toro del ganadero madrileño.


2010: Superar lo que parecía insuperable
La temporada americana es muy intensa y aclamada, como la tarde de su regreso a La México. De vuelta a España, El Juli marcaría desde el comienzo un ritmo abrumador. Palacio Vistalegre, Olivenza, Arles y Valencia, donde cuaja una feria de Fallas apoteósica cortando seis orejas. En un momento cumbre de su carrera llega a la Maestranza de Sevilla, donde el 16 de abril sale por la Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas de un lote de El Ventorrillo. Cuatro días más tardes vuelve a realizar una faena cumbre a un toro de Torrealta, premiada con las dos orejas. Viaja a México para realizar una minigira apoteósica. Vuelve para torear en Madrid, donde se anuncia tres tardes. Y cada una de ellas realiza una faena notable, a toros de Garcigrande, la Quinta y El Ventorrillo. El 6 de junio corta cuatro orejas en Barcelona. Y otras cuatro en Alicante y Mont de Marsan. En Valencia abre la puerta grande por tercera vez en la temporada. Sale a hombros en Granada, Badajoz, Algeciras y Nimes, por partida triple. Es herido y corta dos orejas en Pamplona. Puertas grandes en Pontevedra, Bayona, Huelva, Huesca y Gijón. Tras pasear dos orejas en San Sebastián borda el toreo en Dax ante toros de La Quinta, especialmente en un inolvidable recibo a la verónica. Corta tres orejas. Y dos en Málaga a un toro de Jandilla. También abre las puertas grandes de Cuenca y Almería. Y en Bilbao corta una oreja. Arrasa en las ferias madrileñas de Alcalá y San Sebastián de los Reyes. Tres trofeos en Palencia. Apoteósico paso por Valladolid con seis orejas en dos tardes. Tarde para el recuerdo en Albacete. Cinco orejas en la goyesca de Arles. Dos orejas en Murcia y cuatro en total en la feria de Salamanca. Histórica faena a un toro de Victoriano del Río en Dax, donde corta un rabo. En Pozoblanco se queda sólo con la corrida por percance de José Luis Moreno y corta nada menos que ocho orejas y un rabo. Y tras una importante tarde en El Pilar de Zaragoza, cierra el 2010 cortando cuatro orejas en Jaén. La temporada más importante de su carrera, en la que superó cotas de años pasados que parecían imposible rebasar.


2010: Superar lo que parecía insuperable
El Juli llegó a América tras recoger todos los premios que le reconocían como el triunfador de la temporada. En Colombia arrasa: indulto en Cali, cuatro orejas en Manizales y puerta grande en Bogotá. Pero es en La México, el 30 de enero, donde cuaja una tarde histórica, con dos faenas inolvidables a toros de Xajay. El rabo que no puede lograr del toro “Mil Tardes” tras pinchar, lo logra del sobrero, de nombre “Guapetón”.
Comienza la tamporada con puertas grandes en Vistalegre y Castellón, y dos indultos en Don Benito y Arles. El domingo de Resurreccioón corta dos orejas en Sevilla de un toro de Daniel Ruiz. Y el 29 de abril abre por tercera vez la Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas de un lote de Garcigrande. Tres orejas también en su regreso a Córdoba. Cuaja una magnífica Feria de San Isidro, cortando una oreja y perdiendo otra tras malograr con la espada una gran faena a un toro de Victoriano del Río. Cinco orejas y dos puertas grandes en Pamplona. Y Francia... siempre Francia, donde vuelve a completar una temporada apoteósica. Arrolla igualmente en el circuito de plazas de segunda. Y dice adiós a Barcelona con dos puertas grandes más, dejando su balance en 19 salidas a hombros de La Monumental, una plaza con una afición extraordinaria privada de su libertad.
Fuente: www.eljuli.com


Morante de la Puebla:




A veces en el toreo, surge alguien con ese don especial que lo diferencia del resto, con esa gracia única que sólo es posible a la sombra de la Giralda y a la orilla del cauce más poético de España, el río Guadalquivir. José Antonio Morante Camacho nació en otoño, la mañana del 2 de octubre de 1979 en Sevilla . Su infancia transcurre feliz en La Puebla del Río, ese bendito pueblo marismeño, cuna de gloriosas ganaderías bravas. Su padre, que tuvo que emigrar un tiempo a Alemania, trabajaba en una reconocida empresa arrocera y, por entonces, empieza a disfrutar al ver cómo el pequeño José Antonio empieza a jugar al toro. Se podría afirmar sin ningún género de dudas que su vocación fue totalmente innata, es decir, que nació torero. De hecho, cuando el niño contaba con muy poca edad acudió al famoso jueves sevillano mercadillo del centro de Sevilla- y al ver el chiquillo un traje de luces diminuto, se encaprichó con él y lo único que quería era que su madre le comprara aquella preciosa prenda que, posteriormente, tantas tardes vestiría para llenar de honor y de orgullo la historia de la Tauromaquia moderna. De esta manera y ante la atenta mirada de su madre, Josefa, de su hermana mayor, María de las Nieves, y de toda la familia y vecinos, con una pequeña muleta y un carrito de embestir, José Antonio comienza a jugar al toro en las calles del pueblo junto con su primo y actual mozo de espadas, Juan Carlos Morante. Así, empieza a acudir a algunos herraderos y otras faenas de campo de las ganaderías de la zona, y empieza a despertar en él una afición aún más grande. En la finca de la ganadería de Pérez de la Concha, cuando contaba con tan sólo cinco años de edad da sus primeros muletazos a una vaca que le superaba en altura, y a los pocos años debuta por primera vez en público en una becerrada en su pueblo; allí causa una gratísima impresión, y ya desde los inicios se vislumbra en él sus artísticas maneras y unas extraordinarias condiciones para ser torero. Desde aquel inolvidable día, su apellido iría acompañado de la bendita tierra que le vio nacer y crecer, anunciándose en todos los carteles
del planeta de los toros como Morante de la Puebla. El 3 de septiembre de 1988, después de actuar con éxito en numerosas becerradas, debuta vestido de corto, en Villamanrique de la Condesa, en la parte seria del espectáculo cómico-taurino del Bombero torero, y su nombre empieza a sonar cada vez con más fuerza entre todos los aficionados, que ya lo consideran como una futura gran promesa del toreo. Debuta con traje de luces en Montellano, obteniendo un triunfo apoteósico y deja nuevamente constancia, a sus diez años de edad, de su personal concepto del toreo, con un conocimiento de la lidia y unas
maneras que le convierten en un niño prodigio y en toda una figura en ciernes de la Tauromaquia.



Tras los éxitos conseguidos en las sucesivas novilladas por plazas de Andalucía, actúa en el tradicional Salto a la fama , en Valverde del Camino, y tras una soberbia faena, el empresario Leonardo Muñoz se fija en él con el firme propósito de apoderarlo. De esta forma, emprenden juntos un nuevo camino y el jovencísimo diestro hace su debut con picadores el 16 de abril de 1994 en la localidad sevillana de Guillena, mientras que cada vez son más los partidarios que van siguiendo a este torero único e inigualable por todo lo ancho de la geografía taurina. La temporada del año 95, no puede terminar mejor: torea 42 novilladas picadas cortando un total de 115 orejas, y actuando en plazas de la categoría de Valencia, Málaga, Algeciras, Puerto de Santa María y Madrid, donde deja un gran ambiente. Tras su primera actuación en Las Ventas la crónica de la revista Aplausos titulaba: Un voto de esperanza por Morante. La temporada de 1996 supone su reafirmación como novillero en ferias de mayor trascendencia, destacando las faenas realizadas en Arnedo, donde consiguió el valiosísimo Zapato de oro ?máximo galardón de la novillería- y Huelva, donde se le bautiza como ?Arcángel del toreo?. El debut en la Real Maestranza, donde corta una oreja de mucho peso, supone su gran lanzamiento en plazas importantes donde dejaría para siempre su personalísimo sello. El 2 de octubre de aquel año, cumpliendo diecisiete años, la espada le priva de salir a hombros de Las Ventas pero, días más tarde, consigue abrir la ansiada Puerta Grande de Madrid el 20 de octubre de aquel año, alternando con Ortega Cano, Joselito, Jesulín de Ubrique y Rivera Ordóñez , en el Festival a beneficio de José Mª Plaza, lo que supuso el broche de oro a su última temporada en el escalafón de los novilleros. Por aquel tiempo, le apodera Miguel Flores, que curiosamente al preguntar al maestro Paco Camino si conocía a Morante de La Puebla, el Niño Sabio de Camas le contestó: "Ése es un torero sevillano pero en serio". Tras torear entre otros sitios, dos novilladas en Sevilla, concretamente el 27 de abril y el 4 de mayo, y otra en Bilbao ?donde fue volteado espectacularmente- toma la alternativa en la Plaza de toros de Burgos. Será el colombiano César Rincón el que actúe como maestro de ceremonias, cediéndole la lidia y muerte del toro Guerrero, de 495 kilos, colorado, número 107, del hierro y la divisa de Juan Pedro Domecq, teniendo como testigo al torero sevillano Fernando Cepeda. Aquel día corta dos orejas, saliendo a hombros en una fecha tan imborrable en la vida de un matador de toros como es el día del doctorado. Después de varios contratos, Antonio Ordóñez le llama para sustituir a su nieto Francisco Rivera en una de las corridas de mayor solera dentro del panorama taurino, la Goyesca de Ronda, cortando una meritoria oreja con la presencia de S.M. El Rey Don Juan Carlos en el Palco Real.


El siguiente año, 1998, termina toreando tres corridas de la Feria de Abril sevillana, consiguiendo cortar un total de cuatro orejas a lo largo del ciclo. ?Sevilla tiene un nuevo torero?, titulaba una de las crónicas, en una Feria en la que Morante de la Puebla logra obtener trofeo en cada una de sus tardes y lo relanza a las grandes plazas. Así, corta oreja en plazas tan importantes como Córdoba, Almería, Palencia, Pamplona, y se proclama máximo triunfador de El Puerto de Santa Mª al cortar cuatro orejas y un rabo la tarde del 22 de agosto. Pero en aquella espectacular campaña, y tras la clamorosa faena en el coso romano de Nimes -donde se le pide con insistencia el rabo- quizás tuviera su triunfo más sonado en la Feria del Pilar de Zaragoza, donde el público, enloquecido por el toreo realizado por Morante de la Puebla, le concede tres valiosos apéndices. Tras abrir la puerta grande de Jaén, culmina la temporada estoqueando seis toros en solitario en su localidad natal, obteniendo un total de ocho orejas y tres rabos. Después de una regularísima campaña española toreando 68 corridas y cortando 94 orejas, viaja a Ámerica, donde es contratado en la plaza colombiana de Cali . Morante de La Puebla sigue su ascensión hacia la cúspide más alta de la Tauromaquia, y en abril de 1999 ve cumplido su sueño de salir a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza. En una corrida televisada en directo para toda España, el joven diestro corta tres orejas a un encierro de Guadalest, proclamándose triunfador indiscutible de la Feria abrileña. Por entonces, ya se empieza a hablar del ?morantismo?, y son muchos los aficionados que ven en José Antonio el nuevo valor de la escuela sevillana , continuador de Chicuelo, Pepe Luis Vázquez, Manolo González y sucesor de Curro
Romero, el Faraón de Camas. Precisamente, en las Colombinas de Huelva, comparte cartel con Curro Romero y José Tomás, y más tarde, logra cortar una importantísima oreja en la Corridas Generales de Bilbao. Continúa su imparable temporada con grandes actuaciones como las de Málaga, Dax y Palencia; el 10 de septiembre sufre una fuerte voltereta que le provoca una rotura de vértebra lumbar, lo que le obliga a cortar la temporada e iniciar un amplio periodo de recuperación. Comienza el año 2000 toreando una corrida de Victorino en la Plaza extremeña de Olivenza, y al día siguiente, en esa misma plaza, corta un rabo a un toro de Fuente Ymbro. El 29 de abril, en La Real Maestranza, sufre una grave cogida cuando tenía entreabierta la Puerta del Príncipe; tras desorejar a su primero, y comenzar la faena de muleta a su segundo toro, inicia la faena con el célebre pase del ?cartucho de pescao?; el toro se arranca y Morante, pinturero, despliega su muleta para torearlo al natural; le sigue otro pase, pero al tercero, el toro se le cuela, lo coge y, después de derramar sangre en su tierra, es conducido por las cuadrillas a la enfermería de la plaza. Tras un mes recuperándose, reaparece en Códoba ?donde corta una oreja- y sigue la temporada con notables actuaciones en Sanlúcar.




El siguiente año, 1998, termina toreando tres corridas de la Feria de Abril sevillana, consiguiendo cortar un total de cuatro orejas a lo largo del ciclo. ?Sevilla tiene un nuevo torero?, titulaba una de las crónicas, en una Feria en la que Morante de la Puebla logra obtener trofeo en cada una de sus tardes y lo relanza a las grandes plazas. Así, corta oreja en plazas tan importantes como Córdoba, Almería, Palencia, Pamplona, y se proclama máximo triunfador de El Puerto de Santa Mª al cortar cuatro orejas y un rabo la tarde del 22 de agosto. Pero en aquella espectacular campaña, y tras la clamorosa faena en el coso romano de Nimes -donde se le pide con insistencia el rabo- quizás tuviera su triunfo más sonado en la Feria del Pilar de Zaragoza, donde el público, enloquecido por el toreo realizado por Morante de la Puebla, le concede tres valiosos apéndices. Tras abrir la puerta grande de Jaén, culmina la temporada estoqueando seis toros en solitario en su localidad natal, obteniendo un total de ocho orejas y tres rabos. Después de una regularísima campaña española toreando 68 corridas y cortando 94 orejas, viaja a Ámerica, donde es contratado en la plaza colombiana de Cali . Morante de La Puebla sigue su ascensión hacia la cúspide más alta de la Tauromaquia, y en abril de 1999 ve cumplido su sueño de salir a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza. En una corrida televisada en directo para toda España, el joven diestro corta tres orejas a un encierro de Guadalest, proclamándose triunfador indiscutible de la Feria abrileña. Por entonces, ya se empieza a hablar del ?morantismo?, y son muchos los aficionados que ven en José Antonio el nuevo valor de la escuela sevillana , continuador de Chicuelo, Pepe Luis Vázquez, Manolo González y sucesor de Curro Romero, el Faraón de Camas. Precisamente, en las Colombinas de Huelva, comparte cartel con Curro Romero y José Tomás, y más tarde, logra cortar una importantísima oreja en la Corridas Generales de Bilbao. Continúa su imparable temporada con grandes actuaciones como las de Málaga, Dax y Palencia; el 10 de septiembre sufre una fuerte voltereta que le provoca una rotura de vértebra lumbar, lo que le obliga a cortar la temporada e iniciar un amplio periodo de recuperación. Comienza el año 2000 toreando una corrida de Victorino en la Plaza extremeña de Olivenza, y al día siguiente, en esa misma plaza, corta un rabo a un toro de Fuente Ymbro. El 29 de abril, en La Real Maestranza, sufre una grave cogida cuando tenía entreabierta la Puerta del Príncipe; tras desorejar a su primero, y comenzar la faena de muleta a su segundo toro, inicia la faena con el célebre pase del ?cartucho de pescao?; el toro se arranca y Morante, pinturero, despliega su muleta para torearlo al natural; le sigue otro pase, pero al tercero, el toro se le cuela, lo coge y, después de derramar sangre en su tierra, es conducido por las cuadrillas a la enfermería de la plaza.


 

 anuncia nuevamente en la Goyesca de Ronda. A pesar de los percances de Sevilla y Albacete, torea un total de 71 corridas de toros, y emprende rumbo a las américas. Allí, confirma en la Plaza Monumental de México, alternando junto a Armillita Chico e Ignacio Garibay, donde corta una oreja. El hecho más reseñable del 2001 es su brillante actuación en San Isidro, donde no pudo abrir la puerta grande debido al fallo con los aceros, pero realizó dos faenas en las que el torero de La Puebla dio muestras de su gran dimensión como figura del toreo. Una oreja que pudieron ser tres, ya que quiso rubricar la faena a su último toro, un santacolomeño de Javier Pérez Tabernero, matando ?en tres intentos- en la difícil suerte de recibir y en la que vio como se le entregaba clamorosamente el exigente público de Madrid. Y es que el toreo deMorante de La Puebla tiene un aroma especial, un estilo propio y una personalidad inconfundible. De él dijo el maestro de Ronda, Antonio Ordóñez, que tenía unas muñecas privilegiadas. Estamos por tanto, ante un torero de una creación genial, con un sello propio que le hace ser único y distinto de los demás toreros del escalafón. El 15 de agosto de 2002 se encierra en solitario con seis toros en El Puerto de Santa Mª. Morante de la Puebla, vestido de verde y azabache con medias blancas, dio muestra de su variedad en los distintos quites que realizó. Incluso banderilleó y volvió a salir a hombros de la que es una de sus plazas predilectas. Desde esa temporada hasta la actualidad, y tras diversos apoderamientos, dirige su carrera taurina su amigo e inseparable hombre de confianza, José Luis Peralta. Termina la temporada con 64 festejos, saliendo a hombros en Jerez, Marbella, Antequera y Jaén, entre otras plazas. La temporada del 2003 comienza con su inclusión en el acontecimiento taurino más emblemático dentro del abono sevillano, la corrida del Domingo de Resurrección. Corta una oreja en Sevilla la tarde del 24 de abril, pero sus triunfos más reseñables serían en El Puerto, San Sebastián de los Reyes y Jerez. En El Puerto corta dos orejas y rabo y realiza una faena antológica, de esas que permanecerán para siempre en la memoria de los aficionados. La temporada hispana concluye estoqueando seis toros en jerez, obteniendo las orejas y el rabo del sexto toro. En la plaza colombiana de Manizales empieza su séptimo año como matador de toros y tras algunas discrepancias con la empresa de la Real Maestranza, decide anunciarse como único espada el Domingo de Resurrección en las Ventas de Madrid. Después de aquella tarde, en la que no pudo obtener triunfo alguno, decide poner fin a la temporada debido a algunos problemas psíquicos. De esta forma, viaja a Miami para llevar a cabo un tratamiento médico en el Cedars Center. Con ilusiones renovadas, reaparece cortando una oreja el 5 de marzo del presente año 2005 en Olivenza. En la inauguración de la Plaza de Espartinas realiza una de las mejores actuaciones de su vida, obteniendo cuatro orejas y un rabo. Los éxitos se suceden sale a hombros dos tardes consecutivas en la Feria del Corpus granadino. Deja escrita sobre la arena de Aranjuez una de las mayores obras de arte que se hayan realizado en esa plaza, y también, borda el toreo, en un derroche de inspiración y torería en la Feria de San Juan de Alicante. Pero la faena soñada tuvo lugar en Jerez de la Frontera. Al último toro, de nombre Comilón, lo lanceó sublimemente, con las yemas de los dedos y el compás abierto, rematando una decena de inacabables y mecidas verónicas en el centro del ruedo jerezano. El tiempo parecía haberse detenido en un prodigio de ritmo, compás y cadencia. Morante de la Puebla, de caña y azabache, brindó a Rafael de Paula, mientras todo el coso vibraba de emoción y resonaban ?con más intensidad que nunca- las palmas por bulerías. Resulta muy difícil describir con palabras lo que sucedió? Faena para sentirla y vivirla en la plaza, en una perfecta armonía de público, toro y torero, bajo el suave aleteo de las golondrinas en un eterno atardecer. Fue toda una sinfonía torera en la cuna del flamenco, en la que se le concedieron de manera unánime los máximos trofeos. Morante de La Puebla es un torero muy necesario para nuestra Fiesta Nacional. Su toreo tiene la sabiduría de Joselito El Gallo, el barroquismo de Belmonte, la pinturería de Pepe Luis Vázquez, el garbo y la gracia de Pepín Martín Vázquez, el empaque de Curro Romero y la pureza de Rafael de Paula. Todo ello reunido de manera singular, con un sello personal e inconfundible. Su medida del temple, su profundidad y estética, su valor sereno, su duende y su improvisación en la cara del toro, hacen de Morante de La Puebla un torero mágico y genial. Todo un artista de la Tauromaquia que a su jovencísima edad, se ha convertido en todo un referente y espejo para los nuevos valores de nuestra Fiesta más universal.
Fuente: www.morantedelapuebla.com

2 comentarios:

  1. Don Francisco Cortés30 de mayo de 2013, 12:57

    muy bueno, me gusta ver que a los jovenes de ahora os interesa el arte de la tauromaquia. cuando comence a ser banderillo de morante de la puebla me sobraban las ganas, como a ti, solo que ati solo te falta un contacto,si quieres empezar en este mundo contacta conmigo. te espero. 622746971

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